MACOREMACORE

Estou en na Praia do Futuro. He sobrevivido a un alucinante viaje de autobús, fueron 24 horas de Salvador de Bahía a Fortaleza. Todo comenzo en una sórdida rodoviaria de Salvador, eran las 20 horas y el bus parte con épuntualidad. Estaba medio vacío, pense, puede que tenga suerte y tendré dos "poltronas" para mi solito, pero era un iluso, después de una hora viaje el bus hace la primera parada y plas, todo el autobús a tope. Además, había creido que el itinerario era subir por la costa noreste de Brasil hasta el destino, pasando por Recife y Natal, pero los cojones, el bus se metió por el interior -puro sertao- y a subir hasta Fortaleza. El pasaje, personas mayores, mujeres y gente que no tiene pasta para viajar en avión o que vive en el medio de la nada. Cuando llevo 5 horas de viaje pienso que me muero, me duele todo y no se como ponerme. Paramos en sórdidas gasolineras o garitos que parecían sacados de una película del Oeste americano. Tomaba una café intragable y a la p...

Este es el mapa de Salvador.

Estou no cangajeiro de Salvador de Bahía con cervezas y sol. Las palmeras de la Avenida Oceánica son batidas por el viento y el mar golpea con fuerza la playa arrojando espuma blanca en forma de gotas de lluvia que llegan hasta mi cara. He pedido para comer Spaguettis ao mollo de camarón...¿sorpresa?...puede ser cualquier cosa. En la mesa de al lado tengo una tremenda pareja, ella con gafas de sol enormes, tejanos y una semiblusa, él habla con enfásis, es moreno y con barba rala.Tiene en su mano un baso de cerverza y gesticula. Mientras tanto, sigo esperando por mis spaguettis que ya tardan media hora. Me relajo, observo el mar y fumo un pitillo hasta quedarme dormido.

Fico no forte de São Marcelo, es redondo y está situado en medio de la bahía. Es hermoso y extraño, me gustan-en general-las construcciones militares antiguas, con su armonia de formas aunque con fines malévolos. Cuando llegaba al fuerte, bajo el pontón de acceso un negro pasó remando en una piragua hecha de un tronco de árbol, con una sola pagaya maniobraba la embarcación de manera increible. Desde el fuerte ,puedo ver toda la ciudad, la alta y la baja con todas sus contradiciones, rascacielos modernos y lujosos al lado de casas destrozadas, apiñadas en la ladera que sube a la parte alta de la ciudad. Esto es un fuerte tropical con sol, mar azul y palmeras dentro de su perímetro.Está pintado de un blanco amarillento que con el sol se hace más intenso. En frente del fuerte están atracados los vapores y lanchas que vienen y van a la isla de Itaparica y a otros sitios de la bahía que verdaderamente es grande, casi un mar interior. Esta mañana, cuando caminaba en la Avenida oceánica, ...

O Forte do Farol da Barra fica ante meus olhos..la playa de noche refleja las olas de espuma que chocan contra la arena.Salvador de Bahía, nido de turistas y patria de Jorge Amado. Los semáfaros pasan del verde al rojo en medio del tráfico infernal. Hay una avenida hacia la playa con gente que viene que y va en un incesante camicar.Un enorme autobús lanza chorros de mierda que todos aspiramos, mientras la gente habla y habla sin comprender muy bien lo que dicen. La cerveza en la mesa se calienta a velocidad de vértigo hay que beberla a toda hostia en una loca carrera y pedir otra, así hasta la borrachera. Estoy en un garito, mitad bar mitar restaurante con vistas a la avenida. Comienza a llover, cuando un momento antes hacia un sol de la hostia. La gente, con toda naturalidad coge sus consumiciones y se pone a resguardo. Esto es el trópico, ahora hace calor un poco despué llueve y luego escampa. La noche hace rato que ha llegado y el ritmo de la ciudad varia, pienso que en todas partes...

En la Pousada Beira mar, llueve en el jardín. Hay cactus y plantas tropicales de desconocido nombre para mi. Como se expresan las agencias de viaje Porto de Galinhas es un paraiso: playas encantadoras, algunas con kilómetros de cocoteros y un mar encantador que no es otro que el Atlántico con un color diferente al de otras latitudes a las que estoy acostumbrado. Abro las ventanas de mi cuarto en la pousada -que dán al jardin- para ver como llueve. Hasta el día de hoy siempre tuve sol tropical, pero apereció la lluvia que parece se mantendrá todo el día. Ha sido una semanda de descanso y relax, tomando baños de mar en un agua deliciosamente caliente. Sentado en una hamaca he visto pasar las jangadas con su suave navegar y los infernales Buguis transportando turistas brasileños. Mañana me voy después del café , he combinado con Ricardo el taxista, para que me lleve de vuelta Recife ciudad tropical, trepidante y ruidosa. Allí tengo que comprar el billete de bus para ir a Salvador de Bahí...

Olá Luis, tudo bem?...a procura de novos mundos passeo por Brasil que é um continente. Cheguei a Fortaleza no noreste do pais e peguei um ónibus pra visitar o Recife. Saõ 800 Kms e doze horas de viagem. Com dor nas costas fiquei uma semam num paraiso tropical chamado Porto de Galinhas. Agora vou pegar outro ónibus e vour ir a Salvador de Bahía a cidade mais preta do Brasil e alí ficarei mais umos dias até voltar a Fortaleza pra pegar o aviaõ

Aquí estoy, en el puerto de Recife. Observo una llama olímpica, encima de una columna enorme con unas serpientes retorcidas haciendo de gárgolas que me recuerda al faro de Alejandría, el monolito está saludando al marinero que llega al puerto de Recife. La parte vieja de la ciudad, es como la Havana vieja con edificios reconstruidos expléndidos conviviendo con otros que están completamente hechos polvo...pero hay magia decadente en el conjunto. Paseo por su calles y pienso que por la noche lalmaré a Eufemio y me iré de putas.

El aire acondicionado del bus me jodió la garganta.Han sido doce horas por carreteras horribles viajando desde Fortaleza a Recife, pero aquí estoy en Olinda, patrimonio mundial de la humanidad y tal...que está un poco deteriorada o mejor diría desconchada pero desde luego tiene su encanto. Tumbado en un parque, a la sombra de unas palmeras observo como unos niños juegan al fútbol. Tienen un árbitro reglamentario que no levanta un plamo del suelo, pero en el rato que los observo ya ha expulsado a dos jugadores, no sin bronca, claro. También juegan niñas, por lo que podemos decir que es un partido mixto y algunos de los jugadores están descalzos sin que aparentemente se resientan de los pisotones que se arrean.