RELATOS DE ECUADOR
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Llegada a Guayaquil. Ciudad tropical.
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El calor era demencial, no había mucho sol, pero el ambiente era
tórrido.
El primer día, dije...bueno el calor es soportable, pero al
segundo día , me tuve que comer mis palabras ya que era
realmente insoportable.
El ruido que hay en la ciudad es espectacular, cuando sales del
hotel , el batacazo que te llevas por la ola de calor y el ruido
bestial es indescriptible.
Todo Dios s toca el claxon, el humo del gasóleo se cuela por la nariz
y la opresión recorre tu cuerpo.
Agua, agua, gritan los vendedores callejeros...compras una botella y
al medio segundo se vuelve caliente.
Los coches circulan como locos por todos los lugares aunque la
verdad no he visto accidentes. Hay unos guardias de trafico ,en los
cruces mas importantes, pero parece que causen mas confusión que
solucionen el caos reinante, eso si, les encanta tocar el pito y
gesticular como monos.
Pero bueno, es el trópico y a mi ,todo esto ,me gusta. Guayaquil, es
una ciudad de cuatro millones de habitantes a orillas del Rio
Guayas que desemboca en el Pacifico a unos cuarenta kilómetros de
la ciudad. Cultura de río y en su Malecón el ambiente se suaviza
un poco con la brisa , sobre todo al atardecer, siendo el sitio mas
fresco que puedes encontrar, además es donde esta la marcha de la
ciudad.
Guayaquil, antes de formar parte del Ecuador era una provincia
independiente y esa idiosincrasia, de que son diferentes al resto
del País se percibe en el ambiente.
En el Guayaquil antiguo o ciudad colonial están los comercios
populares y el bullicio callejero pero los grandes centros
comerciales están en las afueras (por ejemplo librerías) a golpe
de taxi que no son muy caros.
Los barrios "bien" de la ciudad están al norte de la parte colonial
a unos cinco o seis kilómetros los que tienen pasta viven allí,
También hay restaurantes elegantes y centros comerciales
Exclusivos.
Calorón, calorón , así pasa el tiempo en esta ciudad tropical.
De Guayaquil a Cuenca
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Son 300 kilómetros de Bus.
Es una subida impresionante desde el Pacifico a los Andes .Casi llegando a Cuenca y a unos 40 kilómetros atraviesas el Parque Nacional Cajas, en un
ambiente de desolador páramo entre grandes montañas y lagunas
muy hermosas.
Los pasteles que hay en esta ciudad llaman la atención, son enormes
y, desde luego los conquenses son golosos ya que hay pastelerías
en todos los sitios.
El clima ameno me sorprende gratamente después del calorón
del pacifico, es un clima dulce que refresca un
poco por las noches y optimo para callejear por esta ciudad
colonial, llena de colorido con los mercados populares y los
indígenas con sus trajes mas o menos tradicionales. Por cierto, la
cantidad de tiendas de ropa llama la atención, ropa elegante de
los años cuarenta o cincuenta que sigue de moda en Cuenca.
Las iglesias son innumerables, con dos catedrales ,la vieja y la
nueva en la plaza central y su calles trazadas en dámero a partir
de la misma. Se diría que estamos en una capital de provincia
castellana de los anos cincuenta, eso si, con mas colorines. No
conozco su homónima española, pero la americana también tiene un
río que corre por una garganta profunda y con casas coloniales
colgadas en el barranco.
En el Parque Calderón, que es el centro de la ciudad , se
encuentra la catedral (las dos que hay), el ayuntamiento y la Gobernación de Aazuay.
Había movida en el centro de la ciudad el día que llegue. Se manifestaban los
opositores del presidente Correa y también los partidarios de este. Se montó una concentración festiva que acabó en enfrentamientos, pero nada
grave, lo que si era espectacular era la cantidad de pasma que
había.
El chancho- cerdito-, es la especialidad local. Lo asan enterito
en uno horno mogollón de horas y lo sacan tal cual, parece que
es como un muñeco barnizado.
La vida pasa con calma en esta ciudad.... es una tarde de sábado
gris ,buena para ir a un museo como el del Banco Central de arte precolombino.
Cuenca está a una altura de 2500 metros y, pese a ello puedes
andar en camiseta durante el día. Paseando llego a la Plaza de San
Sebastián. En 1739 aquí estaba ubicada la plaza de toros local,
cuando La Condomine y su expedición geodésica francesa, estaban en
Cuenca, para medir la curvatura de la tierra, se produjo un grave
suceso durante una corrida de toros con uno de los partícipes de
la expedición que fue muerto por una turba de cuencanos, como consecuencia de un asunto de faldas politizado.
En Cuenca hay una calle que se llama La Condomine y una placa en una casa de esa calle que recuerda que allí residió el francés durante su estancia en la ciudad.
El río Tomebamba pasa por Cuenca, bordeando el caso antiguo y
formando un barranco ahora repleto de casas colgantes. La
traducción de Tomebamba , depende de la fuente que la haga , he
leído varias versiones diferentes y ,es mejor ,que me calle la
boquita. Parece , que las aguas del río -que surgen en el Parque Nacional de Cajas- acaban en el Amazonas y en el Atlántico .Todo un viajecito. El
paseo mas agradable que hay en la ciudad, es a orillas del rio, con
el murmullo de la corriente que sigue su curso hasta el lejano Amazonas.
La fragancia de los jazmines en el Parque se San Sebastián de
Cuenca, se mezcla con el humo de los autobuses, dando lugar a la
fragancia denominada por mi ,Jazmín-Bus 2015.
En el centro del parque la estatua de un prócer sudamericano, está ubicada, frente a la sede del Museo Regional de Arte Moderno, preguntándose el prócer que obras de arte abra dentro.
Riobamba:
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Retorno al bus y me dirijo , hacia el norte, a Riobamba. Son 250
kilómetros y 6 horas de viaje por carreteras andinas
maravillosas, además hubo suerte y el cielo estuvo despejado con lo
cual se pudo disfrutar del paisaje. En el trayecto, se pasa, por la Nariz del Diablo y su famoso tren que la sube y lo baja.
Casi llegando a Riobamba, la figura del Volcán Chimborazo aparece
y te deja sin aliento.
En la terminal terrestre de la ciudad cojo un taxi, para ir al
hotel, que había buscado en Booking y resulta que está en el quinto carajo
de la Bernarda, menos mal, que los taxis son muy baratos.
Riobamba, tiene su encanto, y sobre todo, el estar ubicada a los
pies del Chimborazo y otros volcanes que también la rodean , le
otorga una peculiaridad innegable a la ciudad.
Aquí hubo grandes terremotos y destrucción y lo que queda de la
catedral ,por ejemplo ,es su fachada, reconstruida con lo que
pudieron encontrar. Hay bellas plazas y algunos edificios muy chulos.
Quito:
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Retomo el bus para seguir hacia el norte, a la capital Quito.
Son cuatro horas de viaje por relativa buena carretera tirando a
Autovía .
En el bus, como vendieron billetes de más, me tuve que sentar junto
con el chofer, lo que me permitió, al menos, disfrutar mejor del
paisaje. De todos formas, el día no estaba despejado y solo pude
ver, un rato el volcán Chimborazo y hasta Quito ya no pude ver
nada más , pero allí ,seguro que estaba el renacido volcán Cotopaxi que
pude contemplar al día siguiente desde la capital en un alucinante día
de sol.
La Capital del Ecuador , esta ubicada entre volcanes . Al oeste el
impresionante Pichincha que la abraza y preside toda su vida.
La ciudad no se parece demasiado a Bogotá, la otra capital andina
que conozco. Aquí los Volcanes te absorven, en Bogotá son solamente
mero reflejo visual. Además en Quito la presencia indígena es
evidente y en la capital colombiana, mero accidente.
La ciudad colonial es muy bonita, pero me sorprendió la parte
nueva ,al norte, con amplísimas avenidas y un tremendo Parque que
pude recorrer en un día de sol potente y como era sábado ,estaba a
tope con gente paseando, jugando o dejando correr el día.
Me deje llevar por mi olfato y entre a visitar el MINDALAE, Museo
Etnográfico de Artesanía de Ecuador. Es encantador, subes
en el ascensor hasta el cuarto piso, para desde allí ,comenzar el recorrido
bajando las escaleras y visitando las salas .Las piezas y
objetos tienen una iluminación perfecta.
Otro museo que visite, es el de la Casa del Alabado. Esta ubicado
en la ciudad antigua en una casa colonial, con dos patios
chulísimos. Me sorprendió encontrar en un patio pequeñito un
figueiro enorme lleno de higos ,y pensé ,que para estar a casi 3000
metros de altura no esta nada mal.
Las piezas que se exhiben son de arte precolombino, todas muy
interesantes y provienen en su integridad de los enterramientos
descubiertos de los personajes precolombinos de la elite.
El tiempo de Quito es desigual. El día que llegue, por la tarde
quedo un sol perfecto para sacar unas fotos de la parte colonial.
Al día siguiente, un sol esplendoroso y los restantes días un cielo
mas bien triste pero siempre con una temperatura ideal.
Me bebo un expreso, subo a un taxi y voy al Museo Amazónico.
Sorpresa, un cartelito que dice cerrado hasta el mes de Septiembre
y me quedo con las ganas. Como alternativa, taxi y me voy a
visitar La Fundacion Guayasasmin y la Capilla del Hombre. Está ubicada
a las afueras de Quito, entre cumbres .
La Fundación es un edificio que recuerda un poco a la arquitectura Mejicana de la época de Diego Ribera. El interior de la Capilla del Hombre es
espectacular ,en si misma, pero también se exhiben unos murales
gigantes muy interesantes,en definitiva un sitio estupendo.
Quito,Quito,Quito...gritaban los vendedores de billetes de bus en la
terminal terrestre de Riobamba ... y en la terminología hispánica ,
estas tierras ,se denominaban Reino de Quito. Lo digo, porque lo he
leído en un libro que he comprado que se llama Breve historia
contemporánea del Ecuador, en la Librería Libri Mundi ubicada en
la Mariscal y en la que hay mas empleados que clientes. Esto
ultimo es una tónica general en Ecuador, el numero exagerado de
empleados que hay en cualquier negocio, pero que no agiliza el
funcionamiento de las cosas y si lo burocatriza.
Taxi y me dirijo al parque Itchimbia. Hay una panorámica
excepcional sobre el Quito Colonial aunque el día no estaba muy
soleado. No me acabo de explicar como los españoles fundaron una
ciudad en este sitio, lleno de montañas salvajes, volcanes y cuestas
que te quitan el hipo.
Voy al Museo Nacinal. El edifico es enorme y horroroso al lado del
Parque el Ejido, pero alberga una colección de arte precolombino
excepcional.
Siempre se cree que antes de los españoles estaban desde los
albores de la historia los Incas, tanto en Perú como en Ecuador.
Pero lo cierto es que en este ultimo país, los Incas llegaron
únicamente unos cuarenta anos antes que los españoles y también
conquistando y arrasando los pueblos aborígenes que aquí había,
que por cierto ,pusieron mucha resistencia al conquistador inca.
Había oído hablar de la cultura Valdivia, como muy antigua y
Efectivamente hay una pléyade de pueblos precolombinos
antiquísimos que poblaron sobre todo la costa del Ecuador.
Me voy de Quito en Bus y como me contaron que eran mas de ocho
horas de viaje ,decido madrugar , y a las seis de la mañana tomo
un taxi a la Terminal Terrestre de la capital que queda lejísimos
del centro. Pero el madrugón es recompensado con un día
estupendo. Pude ver con gran claridad todos los volcanes que
rodean Quito y a lo lejos el volcán Cotopaxi con su cono nevado de
color dorado, por la luz matinal del sol, arrojando una gran
humareda al espacio.
Efectivamente, fueron ocho horas de viaje para ir de Quito, en los
Andes a 2800 metros de altura ,hasta Guayaquil a nivel del mar.
Pero merece la pena, por las vistas que disfrutas y cantidad de
paisajes diversos por los que pasas aunque en el bus iba acojonado
por los precipicios.
Cuando llegas a las tierras bajas el paisaje pierde poco a poco
interés y casi solo ves plantaciones de plátanos o de cacao y
pueblos polvorientos que vas atravesando lentamente. A unos 50
kilometros antes de Guayaquil, empieza la cultura de río, pantano,
estero, con grandes Cultivos de arroz, palafitos y aves, bastantes
aves en el agua.
Retorno a Guayaquil:
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Bueno, al fin estoy en Guayaquil, hoy toca un poco de reposo, ya
que tampoco el calor invita a pasear.
Como tenia hambre, decido ir a un restaurante famoso de
Guayaquil ,en el centro, de comida local , que se llama el Canoa.
Me puse las botas. Comí: Ceviche de Pulpo, que estaba bueno, pero no
es mi pasión ,creo que a causa del cilantro, pero lo mas divertido
es que la guarnición que lo acompañaba era corteza de cerdo,
palomitas de maíz -si palomitas- y unas especie de habas dulces
confitadas. De segundo he comido camarones empanados y lo mejor
era una especie de salpicón que venia de guarnición .Además dos
zumos de piña y un expreso.
El día amaneció con un sol estupendo y además el golpe de calor
al salir del aire acondicionado del hotel al exterior no era
excesivo.
Tome un taxi y me fui al Rio Guayas, al Puente Peatonal
que une a Guayaquil con la isla Santay. Hacia calor, atravesando
el puente de 800 metros y luego andando por una pasarela a través
de la isla, pero era una maravilla tropical, a mi me ha recordado
la isla de Cortegada pero claro todo un poco mas grande y en plan
tropical, es decir, en vez de pinos, manglares y a cambio de
gaviotas garzas y cocodrilos y, en vez de aldea rural ,aldea
ecológica con paneles solares. Curioso, para entrar en la Isla te
solicitan el pasaporte o la cédula de identidad.
Es de noche, hay luna llena, estoy tirado en una tumbona en el
jardín del hotel con una temperatura acojonante, escuchando como
música de fondo un suave toque de jazz.
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